Se vienen los medidores para el agua
Serán colocados en comercios e industrias pero tambien en domicilios. Los aparatos tienen un costo que va desde los 150 a los 250 pesos. La medida busca evitar el derroche.

En el proyecto de Tarifaria para el Servicio Municipal de Agua (SerMas), el proyecto del Ejecutivo  preveía la colocacion de medidores en todo el ambito de la ciudad, en especial para aquellos grandes consumidores como comercios e industrias, pero tambien para clientes residenciales, lo que fue modificado por los concejales dejando fuera de esta exigencia a los vecinos que habiten la zona 4, siempre que estos no posean piletas de natación, en cuyo casi si deberán pagar por la cantidad de agua que consuman. Cada medidor tendrá un costo que deberá afrontar el vecino y que oscila entre los 150 y los 250 pesos.
 Uno de los fundamentos de la medida tiene que ver con la crisis hidrica que ha soportado este año la provincia y la falta de apoyo de los vecinos en cuanto a la reducción de su consumo.   Es que, a pesar de los consejos y advertencias del SerMas para racionalizar el consumo, el uso de agua para riego del jardín, llenado de piletas y lavado de autos no disminuyó en ningún momento.
Asimismo, hace unos dias, un relevamiento de un matutino capitalino demostró que las ciudades que poseen medidores cuidan mas el vital y escaso elemento. Los datos demuestran que cuando se cobra según los consumos, se usa casi la mitad de agua. Eso evidencia que el derroche es evitable. Y que el control pasa, en buena medida, por el bolsillo.
Según datos extraoficiales el consumo en Río Segundo es similar al de ciudades como Córdoba, Río Cuarto u Oncativo, que no tienen medidores y no importan los consumos de cada usuario a la hora de facturar el servicio, donde el promedio anual es de 350 litros diarios, con picos de hasta 500 en temporada estival.
 Por contrapartida, en Río Tercero –donde no hay propiedad sin medidor– el consumo promedio es de 175 litros diarios (con una máxima este año de 200 litros en enero y una mínima de 163 en octubre). En Río Tercero, desde que en 2001 se empezó a cobrar según los consumos, la demanda bajó de 32 mil litros mensuales por familia a los actuales 19 mil.  
El agua dulce es un recurso natural escaso en Córdoba. Pero en muchas de sus ciudades y pueblos el nivel de consumo es muy superior al de 200 litros por persona por día, recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La desmesura tiene relación con el concepto de gratuidad del servicio que moldeó el hábito de consumo de los cordobeses durante tanto tiempo y que resulta difícil de modificar, por lo que los pueblos y ciudades se ven obligados a tomar este tipo de medidas para que cada uno pague por lo que realmente consume de un recurso que, acá y en el mundo, será cada vez más caro y escaso.
De todos modos habrá que tener tambien en cuenta a los campos de la zona que tienen equipos de riego intensivo y, extrayendo de las mismas napas que la ciudad, demandan en un año el agua que sus 20 mil habitantes usan en dos décadas, o las principales industrias que extraen, en varios casos de las mismas napas de agua potable que la ciudad usa y pretende preservar, cantidades enormes para sus procesos que para ese fin podrían extraerlas de otras fuentes.
Así, la cuestión no parece limitarse a medir para cobrar, sino también cómo equilibrar esas cargas mientras se preserva un recurso vital.