¿Se viene la tormenta de Santa Rosa?

¿Mito o realidad? Lo cierto es que desde mediados de agosto se habla de la popular “Tormenta de Santa Rosa”. Se la nombra y poco se conoce. Hemos tratado de encontrarle una explicación científica al fenómeno ya que, por otra parte, muchas localidades festejan el 30 de agosto el día de su santa patrona: Santa Rosa de Lima.

30 de Agosto de 1997: “A la espera que Santa Rosa traiga lluvias”. Los termómetros habían marcado 23.6 grados a las 7 de la mañana y la máxima trepó a los 36.9. Tierra y viento, pero de agua, nada. Cuatro años antes, sin embargo, un titular de La Voz del Interior también anunció: “La tormenta de Santa Rosa trajo hasta nieve a la provincia”: en la ciudad de Córdoba las ráfagas de viento sur provocaron una sensación de cinco grados bajo cero, en tanto que Río Cuarto vivió ayer la nevada del siglo". A las pruebas nos remitimos: eso sucedió un martes 31 de agosto de 1993.

“El tiempo está loco” (¿o los seres humanos lo hemos enloquecido?) es una de las frases más sonadas para iniciar una conversación con un desconocido. El pronóstico doméstico del tiempo está pleno de frases hechas, predicciones sin base científica y creencias arraigadas: “cuando el sapo canta fuerte, lluvia promete” o que cuando al caer la lluvia hace globitos en los charcos, continuará el temporal...

¿Quién fue Santa Rosa de Lima? Nació como Isabel Flores de Oliva y Herrera en 1586 en Lima, Perú. A los 20 años entró a un Convento y, según sus biógrafos, tenía los dones de la profecía y los milagros. Se le atribuye el “don” de provocar una fuerte tormenta que impidió que piratas holandeses atacaran la ciudad donde había nacido. Los meteorólogos opinan que el evento no tiene la certeza que el imaginario popular le atribuye, e imputan su ocurrencia al choque de los primeros vientos cálidos con los frentes fríos producto del acercamiento de la primavera, como se transcribe en Wikipedia.

En Colonia Almada , localidad del departamento Tercero Arriba, se celebra la fiesta patronal en honor a esta Santa. Según señala la historia local, contada por generaciones, todo comenzó hace unos 100 años. Entonces, el principal cultivo era el trigo, y desde hacía meses, no llovía. Aquella necesidad hizo que los habitantes de la colonia, rogaran al cielo por agua. Cuando el almanaque marcó 30 de agosto, día de Santa Rosa, la lluvia llegó. Desde aquel momento, se adoptó a la santa de la lluvia como patrona del pueblo que recién comenzaba a formarse. Seguramente, tendrán su propia versión Santa Rosa de Calamuchita, Ausonia, Olaeta, Arias, Santa Rosa de Río Primero, entre otras, que éste mismo día también están de fiesta.

Carlos Eschoyez, reconocido meteorólogo y director de Infoclima nos informa que “este año parece que el cambio de tiempo también se producirá muy cercano a Santa Rosa ya que se espera entre el 1 y el 3 de setiembre en Córdoba, pero después permanecerá inestable, aunque las lluvias, según los modelos serán bastante pobres en general con algunas pocas marcas más altas en el sudeste provincial y especialmente en el sur de Santa fe y Norte de Buenos Aires”.

Y como nuestra curiosidad va más allá, quisimos saber además cómo se produce una tormenta. Técnicamente la descarga brusca de electricidad atmosférica que se manifiesta por un resplandor breve (el relámpago) y por un ruido seco o un estruendo sordo (el trueno), asociada a nubes convectivas (cumulunimbus) suelen llegar con lluvia en forma de chaparrón o, en latitudes más bajas, de nieve o granizo, y también de vientos fuertes. El acercamiento de la primavera a esta parte del planeta facilita el fenómeno como una despedida de la estación más fría.

Ante la sequía propia de agosto, los vientos, las altas temperaturas y los incendios forestales se hace inminente la necesidad de una tormenta que traiga agua. Por eso muchos no dejan de nombrarla, por eso la ilusión tiene el nombre de una santa y la voluntad del ser humano para evitar la degradación del planeta.