EN LA REGION
El campo no produce y está en riesgo el trabajo de 2.000 peones rurales
Según la Uatre, la actividad en el sector está totalmente paralizada. Desde hace meses quienes bolsean o palean cereal no trabajan por la falta de siembra y de cosecha. Se teme que la situación se agrave
En la esquina, al frente de una cerealera, o detrás de los galpones del ferrocarril de la estación Río Segundo, al frente de la sede de la Uatre (Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores), se agolpa cada mañana un grupo de obreros que esperan por ser convocados para realizar alguna tarea de bolseado o paleado en empresas o campos. Son trabajadores de la Uatre, quienes por estos días soportan la falta de trabajo y temen, que en los próximos meses la situación se agrave.
Según datos proporcionados por los dirigentes gremiales, en la región son más de dos mil las familias que dependen de estos trabajos que se generan toda vez que inician o terminan las cosechas, pero ante la caída de la actividad, la paralización del trabajo en el campo, y la falta de mercado para la venta de la producción, está soportando una fuerte crisis laboral.
“Hoy tenemos que decir que la actividad está totalmente parada, y los más afectados son quienes integran la bolsa de trabajo, que tienen su principal actividad cuando se comienza la siembra y la cosecha. Desde hace meses no hay trabajo para estas personas”, señaló Juan Carlos Castro, miembro de Consejo Nacional de la Uatre.
En diálogo con este medio, el dirigente planteó un panorama sombrío para el sector del que sólo dijo que puede esperarse una mejora después de las elecciones de junio, confiando que a partir de allí se dé la tan esperada reactivación productiva.
“La situación es muy complicada e incómoda y amén del esfuerzo que hacen algunos empleadores de mantener aparte sus trabajadores, sabemos que de no mejorar en pocos meses todo será más difícil”.
Castro, quien recorre el país interiorizándose sobre la realidad de los obreros del sector, mencionó que en Salta el cierre de una planta rural dejó sin trabajo a 300 obreros. “Córdoba aún tiene algo de movimiento, pero no demasiado”, indicó.
“Al no haber cosechas ni siembras, quienes se dedican a cargas o descargas no tienen trabajo, y salvo hoy algunos feed lots que generan alguna tarea el resto está parado”·.
En épocas de buen trabajo un obrero podía llegar a ganar hasta 300 y 400 pesos por día o más, hoy no llegan a dicha cifra ni siquiera en una semana.
“Lamentablemente tenemos que decir que estamos con un presente bastante oscuro, pero esperamos que mejore con el comienzo de las lluvias, y también de lo que pueda ocurrir después de junio”, reiteró el sindicalista.
Un dato que refleja esta crisis laboral es que el Renatre (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Estibadores) ha visto incrementado sustancialmente la demanda de subsidios por desempleo.
La escasa oferta laboral genera situaciones a veces complicadas entre los mismos obreros que terminan peleándose para lograr una changa de pocas horas.
“Creo que es el momento de realizar una reflexión para evitar la confrontación entre pobres, lo que nos puede llevar a un caos social”, dijeron desde la seccional local de los peones rurales.
Por lo general, estos trabajadores son jefes de familias numerosas y de condición humilde. Por estos días el invierno que ya se avecina apunta a ser más frío que otros años. La falta de trabajo ha agravado la situación económica de medio centenar de hombres que hacen de la carga y descarga de granos su principal medio de vida.
Los peones rurales afirman que cada vez se pone más cuesta arriba el mantener a sus familias. “La cosecha está a punto de terminar, vemos que en los campos están los silos llenos, sabemos que el productor también debe cuidar sus intereses y en este caso decidió esperar antes de vender”, dijeron algunos trabajadores agolpados frente a la seccional local del gremio de los estibadores rurales.
“Si el chacarero no vende, no hay carga para camiones. Lo mismo pasa con los acopiadores. Si no hay movimiento de carga y descarga, que es de lo que vivimos, nos quedamos sin actividad. Somos muchos para salir a limpiar terrenos baldíos o hacer una poda, creo que si esto no mejora vamos a comenzar a vivir momentos duros en cada familia”, agregaron.
Los dichos de los trabajadores rurales se sustentan en que hace pocos días el secretario general de la Uatre y miembro de las 62 organizaciones, Gerónimo Venegas, sostuvo que con urgencia hay que realizar un cambio en las políticas nacionales para con el sector del agro, de lo contrario el problema social será mucho más grave.
Según la Uatre, la actividad en el sector está totalmente paralizada. Desde hace meses quienes bolsean o palean cereal no trabajan por la falta de siembra y de cosecha. Se teme que la situación se agrave
En la esquina, al frente de una cerealera, o detrás de los galpones del ferrocarril de la estación Río Segundo, al frente de la sede de la Uatre (Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores), se agolpa cada mañana un grupo de obreros que esperan por ser convocados para realizar alguna tarea de bolseado o paleado en empresas o campos. Son trabajadores de la Uatre, quienes por estos días soportan la falta de trabajo y temen, que en los próximos meses la situación se agrave.
Según datos proporcionados por los dirigentes gremiales, en la región son más de dos mil las familias que dependen de estos trabajos que se generan toda vez que inician o terminan las cosechas, pero ante la caída de la actividad, la paralización del trabajo en el campo, y la falta de mercado para la venta de la producción, está soportando una fuerte crisis laboral.
“Hoy tenemos que decir que la actividad está totalmente parada, y los más afectados son quienes integran la bolsa de trabajo, que tienen su principal actividad cuando se comienza la siembra y la cosecha. Desde hace meses no hay trabajo para estas personas”, señaló Juan Carlos Castro, miembro de Consejo Nacional de la Uatre.
En diálogo con este medio, el dirigente planteó un panorama sombrío para el sector del que sólo dijo que puede esperarse una mejora después de las elecciones de junio, confiando que a partir de allí se dé la tan esperada reactivación productiva.
“La situación es muy complicada e incómoda y amén del esfuerzo que hacen algunos empleadores de mantener aparte sus trabajadores, sabemos que de no mejorar en pocos meses todo será más difícil”.
Castro, quien recorre el país interiorizándose sobre la realidad de los obreros del sector, mencionó que en Salta el cierre de una planta rural dejó sin trabajo a 300 obreros. “Córdoba aún tiene algo de movimiento, pero no demasiado”, indicó.
“Al no haber cosechas ni siembras, quienes se dedican a cargas o descargas no tienen trabajo, y salvo hoy algunos feed lots que generan alguna tarea el resto está parado”·.
En épocas de buen trabajo un obrero podía llegar a ganar hasta 300 y 400 pesos por día o más, hoy no llegan a dicha cifra ni siquiera en una semana.
“Lamentablemente tenemos que decir que estamos con un presente bastante oscuro, pero esperamos que mejore con el comienzo de las lluvias, y también de lo que pueda ocurrir después de junio”, reiteró el sindicalista.
Un dato que refleja esta crisis laboral es que el Renatre (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Estibadores) ha visto incrementado sustancialmente la demanda de subsidios por desempleo.
La escasa oferta laboral genera situaciones a veces complicadas entre los mismos obreros que terminan peleándose para lograr una changa de pocas horas.
“Creo que es el momento de realizar una reflexión para evitar la confrontación entre pobres, lo que nos puede llevar a un caos social”, dijeron desde la seccional local de los peones rurales.
Por lo general, estos trabajadores son jefes de familias numerosas y de condición humilde. Por estos días el invierno que ya se avecina apunta a ser más frío que otros años. La falta de trabajo ha agravado la situación económica de medio centenar de hombres que hacen de la carga y descarga de granos su principal medio de vida.
Los peones rurales afirman que cada vez se pone más cuesta arriba el mantener a sus familias. “La cosecha está a punto de terminar, vemos que en los campos están los silos llenos, sabemos que el productor también debe cuidar sus intereses y en este caso decidió esperar antes de vender”, dijeron algunos trabajadores agolpados frente a la seccional local del gremio de los estibadores rurales.
“Si el chacarero no vende, no hay carga para camiones. Lo mismo pasa con los acopiadores. Si no hay movimiento de carga y descarga, que es de lo que vivimos, nos quedamos sin actividad. Somos muchos para salir a limpiar terrenos baldíos o hacer una poda, creo que si esto no mejora vamos a comenzar a vivir momentos duros en cada familia”, agregaron.
Los dichos de los trabajadores rurales se sustentan en que hace pocos días el secretario general de la Uatre y miembro de las 62 organizaciones, Gerónimo Venegas, sostuvo que con urgencia hay que realizar un cambio en las políticas nacionales para con el sector del agro, de lo contrario el problema social será mucho más grave.
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