La idea ya forma parte de los debates de Olivos. El patagónico imagina que con este sistema podrá pesar en la determinación del candidato del PJ e incluso ser él mismo
Mientras sigue de cerca las idas y vueltas del proyecto de Ley de Medios en el Congreso, Néstor Kirchner ya diseña el próximo paso que dará rumbo a lo que él mismo dice que será su candidatura 2011. Se trata de otro proyecto de ley que se cocina a fuego lento en la intimidad de la Quinta de Olivos: la reforma política, un nombre pomposo para modificar el sistema de elecciones internas de los partidos políticos.
La idea forma parte de las largas charlas que mantiene el patagónico con los dirigentes del peronismo que aún le muestran lealtad. Hace sólo una semana, el ex presidente le confesó a uno de sus íntimos cuál era su idea para delinear el proyecto electoral, a cuyo primer tramo estuvo abocado el ministro del Interior, Florencio Randazzo, con la ronda de reuniones con partidos de todo el arco político.
Se trata de un sistema de internas abiertas e indirectas a imagen y semejanza de las primarias estadounidenses. Hasta aquí, nada novedoso. Pero lo que atrajo a Kirchner fueron las ventajas políticas que le otorgaría esta modalidad, aún con una imagen desgastada.
El patagónico sabe que primero tiene que cerrar lo que el llama “la batalla” librada con los medios, y en especial con el Grupo Clarín. En ese camino dio un paso clave al dar marcha atrás con el ingreso de las telefónicas al negocio de los cables. Un kirchnerista de pura cepa confesó ante este diario que esta ley “es una batalla de vida o muerte para Néstor”. La metáfora, un tanto exagerada, grafica cómo se piensan los próximos pasos de la estrategia K. “Desmonopolizando los medios y sin el predominio de los grandes grupos en el interior será más fácil dividir la información y así respaldar una candidatura o llevar adelante una campaña política”, siguió argumentando el dirigente kirchnerista.
Una vez asestado el golpe inicial, el otro será la reforma de la ley electoral, para la que el kirchnerismo tratará de implementar el nuevo sistema de internas. Kirchner cree que en esta instancia no tendrá la resistencia política que tiene contra el proyecto de Medios. A través de varios de sus operadores, el patagónico sabe que un sistema similar al norteamericano es bien visto por muchos caudillos peronistas del interior. De hecho, los hermanos puntanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá bregan por este tipo de internas desde hace tiempo.
En el laboratorio K quieren articular un sistema de internas mediante el cual los candidatos nacionales de cada partido tengan que someterse a elecciones en cada provincia. En esas instancias, primero se elegirán los congresales de los postulantes, que definirán al candidato presidencial. Así, el que mayor cantidad de congresales logre será el presidenciable. La cantidad de congresales de cada provincia dependerá del padrón electoral de cada distritio.
Con este sistema, Kirchner imagina un escenario más equilibrado para la interna del PJ ya que no dependerá sólo del peso de Buenos Aires, dionde acaba de perder. “Si logramos dos, tres o la cantidad que tengan cada provincia chica se pueden contrarrestar a Córdoba, Santa Fe o Buenos Aires”, estimó otro K que trabaja en esta ingeniería. Con esta modalidad, el patagónico confia en sus posibilidades y cree que podrá contrarrestar cualquier acuerdo que puedan hacer en el PJ disidente. “Así (Carlos) Reutemann tiene pocas chances”, agregó la fuente.
De concretarse sus planes, Kirchner se imagina lanzando otra candidatura en el segundo semestre del año que viene.
Fuente: El Cronista Comercial
La idea forma parte de las largas charlas que mantiene el patagónico con los dirigentes del peronismo que aún le muestran lealtad. Hace sólo una semana, el ex presidente le confesó a uno de sus íntimos cuál era su idea para delinear el proyecto electoral, a cuyo primer tramo estuvo abocado el ministro del Interior, Florencio Randazzo, con la ronda de reuniones con partidos de todo el arco político.
Se trata de un sistema de internas abiertas e indirectas a imagen y semejanza de las primarias estadounidenses. Hasta aquí, nada novedoso. Pero lo que atrajo a Kirchner fueron las ventajas políticas que le otorgaría esta modalidad, aún con una imagen desgastada.
El patagónico sabe que primero tiene que cerrar lo que el llama “la batalla” librada con los medios, y en especial con el Grupo Clarín. En ese camino dio un paso clave al dar marcha atrás con el ingreso de las telefónicas al negocio de los cables. Un kirchnerista de pura cepa confesó ante este diario que esta ley “es una batalla de vida o muerte para Néstor”. La metáfora, un tanto exagerada, grafica cómo se piensan los próximos pasos de la estrategia K. “Desmonopolizando los medios y sin el predominio de los grandes grupos en el interior será más fácil dividir la información y así respaldar una candidatura o llevar adelante una campaña política”, siguió argumentando el dirigente kirchnerista.
Una vez asestado el golpe inicial, el otro será la reforma de la ley electoral, para la que el kirchnerismo tratará de implementar el nuevo sistema de internas. Kirchner cree que en esta instancia no tendrá la resistencia política que tiene contra el proyecto de Medios. A través de varios de sus operadores, el patagónico sabe que un sistema similar al norteamericano es bien visto por muchos caudillos peronistas del interior. De hecho, los hermanos puntanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá bregan por este tipo de internas desde hace tiempo.
En el laboratorio K quieren articular un sistema de internas mediante el cual los candidatos nacionales de cada partido tengan que someterse a elecciones en cada provincia. En esas instancias, primero se elegirán los congresales de los postulantes, que definirán al candidato presidencial. Así, el que mayor cantidad de congresales logre será el presidenciable. La cantidad de congresales de cada provincia dependerá del padrón electoral de cada distritio.
Con este sistema, Kirchner imagina un escenario más equilibrado para la interna del PJ ya que no dependerá sólo del peso de Buenos Aires, dionde acaba de perder. “Si logramos dos, tres o la cantidad que tengan cada provincia chica se pueden contrarrestar a Córdoba, Santa Fe o Buenos Aires”, estimó otro K que trabaja en esta ingeniería. Con esta modalidad, el patagónico confia en sus posibilidades y cree que podrá contrarrestar cualquier acuerdo que puedan hacer en el PJ disidente. “Así (Carlos) Reutemann tiene pocas chances”, agregó la fuente.
De concretarse sus planes, Kirchner se imagina lanzando otra candidatura en el segundo semestre del año que viene.
Fuente: El Cronista Comercial
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