Se trata de distintos militantes peronistas que se han insertado en el club Juventud Católica. La candidatura del presbítero tendría el aval de Schiaretti y Fortuna.
El tema no es nuevo. En realidad la ola de rumores acerca de la eventual candidatura a intendente del actual cura párroco de Rio Segundo, Alejandro Aguirre, había corrido como reguero de pólvora allá por el mes de julio del año pasado cuando, en plena campaña para los comicios legislativos se pudo ver al religioso participando de sendos actos que promocionaban la candidatura del hoy diputado nacional Francisco Fortuna.
De esos mítines también tomó parte el gobernador de la Provincia, Juan Schiaretti, y dicen los informantes que en uno de ellos el mandatario provincial habría sondeado la predisposición de Aguirre para dar el salto a la política. La respuesta del párroco no habría sido negativa (si bien tampoco confirmó sus intenciones públicamente), lo que pareció darle vía libre a un grupo de militantes y dirigentes justicialistas para que comenzaran a trabajar a fin de poder cristalizar el anhelo del gobernador, por lo que decidieron sumarse a un grupo de fieles que le vienen solicitando desde hace tiempo a Aguirre que tome partido por las cuestiones políticas locales de manera directa.
Algunos de los militantes justicialistas que verían con buenos ojos la proyección política del actual párroco local decidieron sumarse desde hace algún tiempo a las filas del club Juventud Católica, creado por Aguirre allá por el año 1983. De esta forma, se sumaron Sergio Zapata como secretario, Marcelo López como tesorero y el sindicalista de la alimentación Miguel Carranza en la comisión revisora de cuentas de la institución, a quienes se agregaron su colega Carlos Acuña en la comisión de ciclismo, y los dirigentes Lucas Lozano y Diego Flamini en la subcomisión de box.
Muchos de sus impulsores destacan la obra realizada por el cura en sus 30 años a cargo de la parroquia de Río Segundo y remarcan la creación del club Asociación Juventud Católica el 18 de enero de 1983, y la inauguración el 15 de marzo de 1986 de la actual escuela parroquial San Luis Gonzaga que, desde un año antes funcionaba debajo del camarín de la Virgen y tenia como patio el salón parroquial y que actualmente cuenta con nivel inicial, primario y secundario.
Si bien la probable candidatura de Aguirre, quien con 68 años estaría evaluando la conveniencia de jubilarse de su misión pastoral, contaría con el paraguas del schiaretismo, no solo serian justicialistas quienes apoyarían la incursión política del párroco, sino también vecinos radicales e independientes que habitualmente participan de la vida institucional de la ciudad y que reconocen en Aguirre sus características de “hacedor”.
De todos modos, y si bien cualquier encuesta en la ciudad confirmaría que Aguirre además de ser conocido por casi toda la comunidad es respetado aun por quienes no profesan su culto, en otros sectores del Justicialismo no se vería con buenos ojos la incursión política del cura, a quien acusan de querer usufructuar al partido para llegar al poder. Incluso no habría que descartar que los grupos internos que no adhieren a la candidatura del presbítero pudieran conformar un frente común para plantear la lucha interna.
La probable incursión política del cura de Río Segundo no sería la primera en su tipo ya que existen varios antecedentes, desde Fernando Lugo, elegido presidente de Paraguay hasta el caso mas cercano de su casi homónimo José Amado Aguirre quien se desempeñó hace algunos años como concejal de la ciudad de Oliva.
¿Se jubilan los sacerdotes?
Los que trabajan en la administración pública, en colegios o en universidades hacen sus aportes y se jubilan como cualquier otro ciudadano. La mayoría hace aportes a una mutual, que le da servicios de salud. El sacerdote se jubila con un haber de aproximadamente $ 900. Como ese dinero generalmente no le alcanza para sus gastos. El Arzobispado los ayuda para que puedan afrontar enfermedades u otra situación difícil.
Asimismo, una ley de la dictadura militar que lleva la firma de Videla, Harguindeguy y Martinez de Hoz, reconoce este derecho a los curas que nunca realizaron aportes al sistema previsional. La Ley Nº 22.430 del año 1981, señala que “Los Sacerdotes Seculares del Culto Católico Apostólico Romano, que estén en edad de jubilarse y que hubieran desempeñado su ministerio en el país por un lapso no inferior a cinco (5) años, pero que no hayan echo los aportes jubilatorios recibirán una jubilación equivalente al haber mínimo de jubilación del Régimen Nacional de Jubilaciones y Pensiones para trabajadores en relación de dependencia”.
Los sacerdotes católicos cuando llegan a la edad pueden optar por jubilarse o seguir con la tarea pastoral.