Por: Luis Beresovsky
Cuando se aproximan las elecciones, tanto el gobierno nacional como los provinciales y municipales se esmeran para anunciar obras, leyes, ordenanzas, beneficios, créditos, cotillón, globos, chocolate, títeres y todo lo que se puedan imaginar. Han superado toda capacidad de asombro. Lo último (hasta recién) es que la doctora Hilda Molina, que hace años no puede salir de Cuba y desea venir a la Argentina a visitar su familia, justo ahora y casualmente el gobierno aliado de Cuba le permite su ansiado viaje. Claro después que Cristina pidiera enfáticamente en la última reunión de la OEA el levantamiento del bloqueo a la Isla y se logró la suspensión de la sanción que inhibía al gobierno castrista de ingresar al organismo regional, previa visita de la primera mandataria argentina a Fidel Castro.
Desde créditos para heladeras, cocinas, lavarropas, autos hasta hipotecarios para viviendas. Claro todas fantasías casi imposibles de concretar, como lo demuestran los resultados, hasta compensaciones para los damnificados de Río Tercero, pasando por la reestatización de la Fábrica Militar de Aviones, la habilitación ferroviaria en Córdoba, casas, novecientos mil contribuyentes bonaerenses que no van a pagar impuestos, escuelas, rutas, y otras maravillas. Nada falta en esta verdadera orgía de “la democracia”.Muchos de estos anuncios se realizan varias veces en distintas elecciones y nunca se concretan, pero los ciudadanos se olvidan, porque se pierden en tal catarata de ofrecimientos. El gobierno provincial de Córdoba se acuerda de presentar una demanda ante la Corte Suprema por fondos adeudados hace varios meses, lo que le da imagen antikirchnerista al candidato de Schiaretti y de anticipar el aguinaldo a los jubilados. Al mismo tiempo la gestión municipal decide hacer un recorte presupuestario también días antes de los comicios. Esto mientras sin ninguna originalidad echa culpas a Luis Juez que lidera las encuestas y enfurece a los trabajadores municipales, que no gozan de la simpatía ciudadana y, supuestamente, da imagen de fortaleza a la administración comunal que apoya una lista kirchnerista. Por supuesto que esto no es nada nuevo, recordamos claramente que Eduardo Angeloz inauguró varias veces la jefatura de Policía y un tramo de la circunvalación, que, dicho sea de paso, todavía no está concluida y también este gobierno prometió terminar hace varias elecciones. Entre las medidas que deben efectivizarse para garantizar la transparencia de la libre voluntad del ciudadano al momento de elegir es la prohibición de anuncio de obras de gobierno hasta un tiempo previo a los procesos electorales. De lo contrario, el caballo del comisario sigue corriendo con ventaja y lo que es peor con el dinero de todos los contribuyentes. También deberían existir sanciones para aquellos funcionarios electos que se comprometen a realizar cosas que luego de asumir no cumplen. No sólo Dios y la Patria, sino la Justicia debe demandárselo efectivamente.
Cuando se aproximan las elecciones, tanto el gobierno nacional como los provinciales y municipales se esmeran para anunciar obras, leyes, ordenanzas, beneficios, créditos, cotillón, globos, chocolate, títeres y todo lo que se puedan imaginar. Han superado toda capacidad de asombro. Lo último (hasta recién) es que la doctora Hilda Molina, que hace años no puede salir de Cuba y desea venir a la Argentina a visitar su familia, justo ahora y casualmente el gobierno aliado de Cuba le permite su ansiado viaje. Claro después que Cristina pidiera enfáticamente en la última reunión de la OEA el levantamiento del bloqueo a la Isla y se logró la suspensión de la sanción que inhibía al gobierno castrista de ingresar al organismo regional, previa visita de la primera mandataria argentina a Fidel Castro.
Desde créditos para heladeras, cocinas, lavarropas, autos hasta hipotecarios para viviendas. Claro todas fantasías casi imposibles de concretar, como lo demuestran los resultados, hasta compensaciones para los damnificados de Río Tercero, pasando por la reestatización de la Fábrica Militar de Aviones, la habilitación ferroviaria en Córdoba, casas, novecientos mil contribuyentes bonaerenses que no van a pagar impuestos, escuelas, rutas, y otras maravillas. Nada falta en esta verdadera orgía de “la democracia”.Muchos de estos anuncios se realizan varias veces en distintas elecciones y nunca se concretan, pero los ciudadanos se olvidan, porque se pierden en tal catarata de ofrecimientos. El gobierno provincial de Córdoba se acuerda de presentar una demanda ante la Corte Suprema por fondos adeudados hace varios meses, lo que le da imagen antikirchnerista al candidato de Schiaretti y de anticipar el aguinaldo a los jubilados. Al mismo tiempo la gestión municipal decide hacer un recorte presupuestario también días antes de los comicios. Esto mientras sin ninguna originalidad echa culpas a Luis Juez que lidera las encuestas y enfurece a los trabajadores municipales, que no gozan de la simpatía ciudadana y, supuestamente, da imagen de fortaleza a la administración comunal que apoya una lista kirchnerista. Por supuesto que esto no es nada nuevo, recordamos claramente que Eduardo Angeloz inauguró varias veces la jefatura de Policía y un tramo de la circunvalación, que, dicho sea de paso, todavía no está concluida y también este gobierno prometió terminar hace varias elecciones. Entre las medidas que deben efectivizarse para garantizar la transparencia de la libre voluntad del ciudadano al momento de elegir es la prohibición de anuncio de obras de gobierno hasta un tiempo previo a los procesos electorales. De lo contrario, el caballo del comisario sigue corriendo con ventaja y lo que es peor con el dinero de todos los contribuyentes. También deberían existir sanciones para aquellos funcionarios electos que se comprometen a realizar cosas que luego de asumir no cumplen. No sólo Dios y la Patria, sino la Justicia debe demandárselo efectivamente.
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