Un nuevo mapa político regional
¿Las elecciones del pasado domingo fueron la crónica de un final anunciado?. La pregunta se refiere claramente al final de la hegemonía de Francisco Fortuna en el departamento Río Segundo.
Es que con los resultados a la vista, resulta innegable el retroceso experimentado por el legislador oriundo de Oncativo que, aun siendo el principal candidato de su partido, solo logró vencer en su territorio y algún pequeño municipio aledaño.
Pero los comicios de mitad de mandato dejaron al desnudo a un ejército de ganadores y perdedores, al menos circunstanciales, porque claro está que la ciudadanía no otorga un voto de confianza indefinido y sin retaceos tal como lo muestra la volatilidad de la opinión popular expresada en las urnas el pasado fin de semana.
Vamos por partes. Sin lugar a dudas el primer gran ganador a nivel regional ha sido el radicalismo comandado por Hipólito Faustinelli que, si bien consiguió un ajustado triunfo en la ciudad que gobernó por dos veces, también tuvo el merito de colaborar para reunificar a una fuerza que ya añoraba bastante sus tiempos de supremacía electoral en el Departamento.
Fortuna, por su parte, demostró que sigue siendo el “jefe mayor” en su ciudad, pero en los otros circuitos, casi sin excepciones, sufrió el pase de facturas de sus compañeros que lo acusan de privilegiar a Oncativo y de decidir “a dedo” los candidatos a intendente en los pueblos y ciudades.
Otro que se jugaba mucho fue el intendente de Laguna Larga, Fernando Boldú, quien al igual que su colega de Pilar, Diego Bechis, sufrió la impopular decisión de apostar por un proyecto kirchnerista que hoy se muestra francamente en retirada. Aun menor que el de los intendentes fue el desempeño de los kirchneristas Marcelo Castro en Río Segundo y Beltramone en Oncativo, quienes solo lograron mantener a las listas que auspiciaban en un lejano cuarto lugar.
No hay que confundir una elección legislativa con una municipal, pero vale tener en cuenta el mensaje ciudadano de que solo “presta” su voto cuando el proyecto y el candidato lo convencen. De todos modos los más de mil cien votos que consiguió Boldú en Laguna Larga y los más de mil ochocientos de Bechis en Pilar son un capital para nada despreciable.
Otro punto a destacar es la excelente elección lograda por el radicalismo tanto en Laguna Larga como en Oncativo, aunque esta fuerza aun tiene pendiente demostrar que puede articular alternativas locales capaces de “enamorar” a sus vecinos, cosa que en las ultimas elecciones municipales han estado muy lejos de lograr.
Un párrafo aparte para los referentes del Frente Cívico que, en su mayoría, han festejado a rabiar los números que les proporcionaba el arrastre de Luis Juez a nivel de toda la provincia. No hay que confundirse y la misma estrategia de su líder lo marca: los votos son de Juez y casi exclusivamente le pertenecen. Mas allá de los esfuerzos de Daniel Laros en Pilar, Oscar Emanuel o Marco Díaz en Río Segundo, Carlos González en Laguna Larga y Fernando Nigro en Oncativo por mostrarse como ganadores, vale decir que todos ellos aun tienen mucho camino por recorrer para lograr ser reconocidos por sus conciudadanos.
El pasado domingo todos quisieron acomodar los resultados a su conveniencia y se mostraron como teniendo algo para festejar. Pero la realidad indica que solo podrán hacerlo cuando puedan articular un proyecto capaz de despertar el entusiasmo de sus vecinos y convencer a sus conciudadanos que vale la pena otorgarles un voto de confianza.
¿Las elecciones del pasado domingo fueron la crónica de un final anunciado?. La pregunta se refiere claramente al final de la hegemonía de Francisco Fortuna en el departamento Río Segundo.
Es que con los resultados a la vista, resulta innegable el retroceso experimentado por el legislador oriundo de Oncativo que, aun siendo el principal candidato de su partido, solo logró vencer en su territorio y algún pequeño municipio aledaño.
Pero los comicios de mitad de mandato dejaron al desnudo a un ejército de ganadores y perdedores, al menos circunstanciales, porque claro está que la ciudadanía no otorga un voto de confianza indefinido y sin retaceos tal como lo muestra la volatilidad de la opinión popular expresada en las urnas el pasado fin de semana.
Vamos por partes. Sin lugar a dudas el primer gran ganador a nivel regional ha sido el radicalismo comandado por Hipólito Faustinelli que, si bien consiguió un ajustado triunfo en la ciudad que gobernó por dos veces, también tuvo el merito de colaborar para reunificar a una fuerza que ya añoraba bastante sus tiempos de supremacía electoral en el Departamento.
Fortuna, por su parte, demostró que sigue siendo el “jefe mayor” en su ciudad, pero en los otros circuitos, casi sin excepciones, sufrió el pase de facturas de sus compañeros que lo acusan de privilegiar a Oncativo y de decidir “a dedo” los candidatos a intendente en los pueblos y ciudades.
Otro que se jugaba mucho fue el intendente de Laguna Larga, Fernando Boldú, quien al igual que su colega de Pilar, Diego Bechis, sufrió la impopular decisión de apostar por un proyecto kirchnerista que hoy se muestra francamente en retirada. Aun menor que el de los intendentes fue el desempeño de los kirchneristas Marcelo Castro en Río Segundo y Beltramone en Oncativo, quienes solo lograron mantener a las listas que auspiciaban en un lejano cuarto lugar.
No hay que confundir una elección legislativa con una municipal, pero vale tener en cuenta el mensaje ciudadano de que solo “presta” su voto cuando el proyecto y el candidato lo convencen. De todos modos los más de mil cien votos que consiguió Boldú en Laguna Larga y los más de mil ochocientos de Bechis en Pilar son un capital para nada despreciable.
Otro punto a destacar es la excelente elección lograda por el radicalismo tanto en Laguna Larga como en Oncativo, aunque esta fuerza aun tiene pendiente demostrar que puede articular alternativas locales capaces de “enamorar” a sus vecinos, cosa que en las ultimas elecciones municipales han estado muy lejos de lograr.
Un párrafo aparte para los referentes del Frente Cívico que, en su mayoría, han festejado a rabiar los números que les proporcionaba el arrastre de Luis Juez a nivel de toda la provincia. No hay que confundirse y la misma estrategia de su líder lo marca: los votos son de Juez y casi exclusivamente le pertenecen. Mas allá de los esfuerzos de Daniel Laros en Pilar, Oscar Emanuel o Marco Díaz en Río Segundo, Carlos González en Laguna Larga y Fernando Nigro en Oncativo por mostrarse como ganadores, vale decir que todos ellos aun tienen mucho camino por recorrer para lograr ser reconocidos por sus conciudadanos.
El pasado domingo todos quisieron acomodar los resultados a su conveniencia y se mostraron como teniendo algo para festejar. Pero la realidad indica que solo podrán hacerlo cuando puedan articular un proyecto capaz de despertar el entusiasmo de sus vecinos y convencer a sus conciudadanos que vale la pena otorgarles un voto de confianza.
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