viernes, 3 de julio de 2009

OTRA VISION PARA SUMAR AL DEBATE

Analisis de Jorge Cuadrado post elecciones


Perdió la manera K de hacer politica


Las diferentes fuerzas anti K, a derecha e izquierda, sacaron el 70 por ciento de los votos en todo el país, el kirchnerismo perdió en la mismísima Santa Cruz y Néstor cayó derrotado ante un hombre cuyo único antecedete político es la billetera. Que los bonaerenses hayan votado masivamente a De Narváez es el signo más evidentes del hastío social hacia las formas K.¿Podrán los K abandonar las formas K? Difícil, excepto que su instinto de supervivencia supere a su obstinación y, ahora, renovado rencor. Aun en el supuesto de que los objetivos K fueran nobles y su visión la correcta, no entendieron que las sociedades son como son y no como uno quiere que sean.Los emergentes de la oposición son voluntades dispersas. Existen Binner, Juez, Carrió, Sabatella, por un lado, Macri, De Narváez, quizás Reutemann, por otro; existe Cobos y finalmente Pino Solanas. En general (hay excepciones) los acuerdos entre ellos se han dado por intereses particulares antes que por coincidencias políticas o doctrinarias.Esta elección es la hija dilecta del "que se vayan todos" de 2001. El problema no era quién se iba sino quiénes y cómo venían.En Córdoba.Juez ganó. Por poco. Ganó. Es la primera vez en décadas que en la provincia gana una fuerza que no es peronista ni radical. Pero al mismo Juez le queda sabor agridulce. Porque buena parte de la sociedad (especialmente las clases medias altas urbanas) lo sancionaron por sus maneras. Cierta soberbia, cierto desprecio hacia el adversario, su incapacidad para formar equipos de trabajo y diseñar estrategias políticas de largo aliento. Su ex amigo entrañable Daniel Giacomino, asesorado por Ricardo Jaime, le asestó el golpe que poco faltó para que sea fatal. Le abrió la puerta al conflicto municipal, sabiendo que el gremio reaccionaría como reaccionó. El que no reaccionó fue Juez. Dejó pasar el conflicto sin abrir la boca y la pagó caro. La UCR festeja que creció 5 puntos y ahora tiene expectativas de futuro, por primera vez en muchos años. Fue la gran beneficiada por el descenso de Juez. Supo aprovechar el impulso y el apellido de su joven figura y el conflicto del campo le dio a Oscar Aguad la chapa de político sólido que no había obtenido hasta entonces. Pero para convertir en serias sus aspiraciones tendrá que revisar la foto de ayer. Se presenta como un partido renovado, pero en la Casa Radical se vieron las mismas caras de todos estos años.El PJ cordobés fue el gran derrotado. A punto de quedarse con poco más que el aparato propio de un partido que gobierna. A punto que, para llegar con aspiraciones al 2011 va a tener que inventar un candidato o pedirle a de la Sota que abandone su aventura presidencial y vuelva a su pago chico.El kirchnerismo cordobés fue una fuerza de circunstancia que juntó a progresistas con conservadores y que no tiene más futuro que el que puedan tener los K a nivel nacional. Peligro para los intendentes que dejaron sus partidos para sumarse a la coyuntura. Giacomino sabe que está más débil que nunca. Sin fondos, sin obras, enfrentado a sus empleados municipales, sin fuerza propia en el Concejo Deliberante, le queda esperar que el kirchnerismo en retirada no lo abandone a su suerte. De lo contrario le quedará rezar o acercarse a una alianza psicodélica con el gobernador también debilitado.Párrafo aparte para la siempre combativa Liliana Olivero y sus aliados. Con recursos nulos, orilló el 4 por ciento de los votos en capital. Toda una proeza en una elección en la que no estuvo invitada al combate estelar.

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